Viaje pre-cuarentena: L´Escala, Avignon y Lyon
- Nomadea
- 11 may 2020
- 16 Min. de lectura

Hola, soy el futuro y como me caen tan bien voy a modificar pequeñas cositas de su destino para que los próximos días no sean como los tenían pensado. Puede parecer un acto de maldad, pero realmente es un favor que les estoy haciendo. Me encantaría poder decirles la razón para que cambien esa cara larga por una gran sonrisa. Disfruten estos próximos 9 días para viajar, acampar en el monte, mirar el mar, recorrer ciudades, visitar amigos y usar el metro. Aprovechen para andar sin miedo porque a las 48 hs de finalizar el viaje todo va a cambiar.
Hoy, después de 2 meses de aislamiento, termina el confinamiento en Francia. Un viaje despreocupado antes del inicio de la cuarentena fue sin duda lo mejor que nos podía haber pasado para sobrellevar mejor el encierro.
Plan original: pasar una semana en Alicante e ir a Francia.
Plan improvisado: pasar una semana en Alicante, viajar 9 días sin ruta programada e ir a regresar a Francia.
Ruta de viaje: Alicante - Barcelona - L´Escala - Abadía de Frigolet - Avignon - Lyon - Abadía de Cluny - Genouilly - Cosne Cours sur Loire.

- A las 12 nos vamos. – Mmm… ¿esta vez será verdad?
Increíblemente lo fue, por primera vez tuvimos todo listo para salir a la hora que nos habíamos propuesto. No sabíamos dónde íbamos a dormir esa noche, pero a las 12 salimos rumbo a Barcelona para retirar el nuevo hornillo y continuar ruta.
Barcelona, mi tercera vez en esta ciudad y que poco la conozco. Debe ser porque al sumar el tiempo de todas las visitas, no completo ni las horas de un fin de semana. Sin embargo, puedo alardear de que almorcé frente a la Sagrada familia, contemplé la puesta de sol en la playa y en ese mismo lugar vi una inmensa luna de sangre; además dormí en los incómodos asientos del aeropuerto y sufrí el sobreprecio de los taxistas catalanes.
Volviendo al viaje, esta vez batí mi récord de corta estadía en Barcelona. Una vez tuvimos la cocinita en nuestras manos y el tanque lleno, retomamos camino para aprovechar las últimas horas de sol y acercarnos más a la frontera francesa

Buscar un lugar para acampar en plena noche no es lo que más nos gusta, porque generalmente es más difícil encontrar un sitio con césped mullido, que esté apartado del camino y que no esté a la vista de todo el mundo. Sin embargo, esta vez dimos con el lugar propicio relativamente rápido. Claro que podríamos haber ido a un camping, pero por una noche que viva el “wild camping”#. Marmota# nos dio refugio en un tranquilo campo de olivos a pocos km de L´Escala, la noche fue de lo más placentera y por la mañana estábamos tan sorprendidos de lo bien que habíamos dormido como los granjeros al vernos desayunar a un lado del camino mientras se aireaba la carpa al sol.
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Wild camping: camping salvaje.
Marmota: nombre de nuestra carpa

L´ESCALA (España)
El resto de la mañana lo dedicamos a recorrer L´Escala y aprovisionarnos bien para una larga estadía en el país vecino, ya que del otro lado de los Pirineos los productos varían tanto como los precios. Nuestro recorrido por esta ciudad costera fue corto, pero suficiente para llevarnos una buena impresión del sitio. Seguimos la línea del mar a pie y vimos menguar los acantilados a medida que nos acercamos a las abandonadas casetas de los pesqueros, hasta darle lugar a una tranquila playa de arena clara que enmarcaba el casco antiguo. Callejuelas entrelazadas, fachadas antiguas, modernas y algunas que desentonaban caracterizaban la particularidad del barrio originario del lugar. La pesca está muy presente en la economía local, una tradición que se observa tanto en las cartas de los restaurantes como en el Museo de la Anchoa y la sal.

Después de recorrer la zona antigua continuamos nuestra caminata por costanera y una vez en la zona de alojamientos para turistas encontramos cosas lindas como la antigua casas museo Clos del Pastor o el monumento a la cobla (representación de músicos a tamaño natural), y otras no tan bonitas como una piscina abandonada al nivel del mar que sirve de rompe las olas y de muro para que pinten los artistas callejeros.

Desanduvimos nuestros pasos hasta llegar al punto de partida, una vez allí nos aventuramos hacia el lado opuesto para conocer la parte menos modificada de la costa de l´Escala. En la playa el Rec del Moli se respiraba otro aire, las pocas casas que había mantenían una distancia considerable con el mar y permitían la existencia de suaves dunas de arena volátil y plantas autóctonas. De a poco el terreno fue ganando altura y por medio de una escalera de madera trepamos los acantilados para tener una bonita vista de la bahía de Roses. Minutos después nos encontramos en la playa Portitxol contemplando una llamativa formación rocosa que se desprende del acantilado y se sumerge en el mar, conocida como el puente Portitxol. Llegado a este punto decidimos regresar al auto para avanzar unos km más antes de almorzar.

POR EL CAMINO (Francia)
A pocos km de Narbonne Plage (Francia) encontramos un amplio y desolado lago que cumplía con todas las características para ser el sitio perfecto donde estrenar el hornillo y descansar un par de horas. Bajo la sombra de un tupido árbol y a pasos del agua desplegamos campamento. La lonita por acá, la comida por allá y manos a la obra para darle candela a esa nueva cocinita. En un momento pensamos dormir en ese lugar, pero después de la siesta reparadora nos sentíamos como nuevos para continuar un poco más.

ABADÍA DE SAINT MICHEL DE FRIGOLET (Francia)
La noche nos encontró en la Abadía St Michel de Frigolet ubicada a 20 km de Avignon e inmersa en el bosque de la colina Montagnette. Rodeados de pinos y cipreses nos dejamos ganar por el sueño y al día siguiente estábamos renovados para otra jornada de turistas.
El camino que llevaba a la entrada del complejo arquitectónico religioso estaba custodiado por garitas de piedra que ningún guardia usaba ya para proteger a los monjes del lugar.

Sin duda el sitio llama mucho, las agujas de la iglesia parecen competir en altura con los árboles y las torres, sin embargo, el esplendor arquitectónico no sería tan particular sin el interior de la iglesia. Tengo la sensación de que es un templo que recordaré sin gran esfuerzo por ser el único que vi pintado de esa manera tan sorprendente. Paredes azules, columnas con representaciones de escenas de la biblia a tamaño real y el techo con un tono azul oscuro y estrellas doradas por todos lados; arte y color no faltaba.

Lo siguiente interesante que nos pasó fue encontrarnos con una señora colocando carteles en las paredes y como tenía problemas para despegar las puntas de la cinta doble faz nos pidió ayuda. Como no teníamos apuro, dedicamos un buen rato a luchar con la cinta y charlar con la señora. Cuando los temas de conversación empezaban a escasear (le habíamos contado prácticamente toda nuestra vida) ocurrió el milagro y la cita doble faz quedó con el pegamento al desnudo por ambos dos lados. Realmente esta anécdota no le aporta nada al post, pero la menciono para no olvidarme de la señora buena onda.
AVIGNON (Francia)
La próxima parada fue en la famosa ciudad de Aviñón (Avignon en francés), donde según dice la canción la gente baila sobre el puente (aunque no puedo confirmarlo, ya que no vi a nadie hacerlo). Dejamos el auto en el parking de la estación de tren y nos fuimos a recorrer ese histórico lugar que forma parte del patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1995.
Lo primero que llama la atención son las extensas murallas que, con sus 4,3 km de largo, protegieron a la ciudad intramuros de los maleantes y de las crecidas del Rhône. Se empezaron a construir en 1355 bajo el pontificado de Inocencio VI y se terminaron con Urbano V. Se pueden visitar adquiriendo un ticket.

Una vez superado el impacto que producen esas imponentes murallas, empezamos nuestro recorrido intramuros. Pero antes de contarte qué vimos, empezaré con un resumen de la historia de la ciudad que fue la capital de la cristiandad en la Edad Media.
A principios del siglo XIV la situación en Roma era caótica, la inseguridad y la constante presión por parte del rey Felipe IV de Francia hicieron que la Santa Sede se trasladase Avignong. En 1309 Clemente V inició el período conocido como “el Papado de Avignon”. La ciudad tuvo 7 papas y cada uno de estos se sometió a los deseos y caprichos del trono francés, haciendo que el papado perdiera su independencia política. Con el correr de los años, el enfrentamiento entre el papa de Roma apoyado por Inglaterra y el papa de Avignon respaldado por Francia fue insostenible. Debido a las continuas victorias inglesas en la guerra de los cien años, el Reino Francés se fue debilitando y finalmente el papa Gregorio XI volvió a Roma en 1378. En ese mismo año falleció, con lo cual tuvieron que elegir un sucesor. El pueblo romano temía que al nombrar un papa extranjero éste llevara la Sede Pontificia de nuevo fuera de Roma, lo que generó bastantes conflictos internos.
Urbano VI fue quien tomó el cargo, pero un grupo de cardenales franceses descontentos declararon nula la elección del papa y nombraron en su lugar a Clemente VII, más conocido como “antipapa”. Clemente VII se instaló en la ciudad de Avignon y proclamó el sumo pontificado de Avignon. Estos hechos provocaron “Cisma de Occidente”, es decir una división en la iglesia. Por un lado, estaban quienes apoyaban al papa de Avignon Clemente VII y más tarde con su sucesor Benedicto XIII y por el otro los que simpatizaban con el papa de Roma Urbano VI.
La Cisma finaliza 1394 con el Concilio de Constanza que declara a MartÍn V como papa y resolvió definitivamente la controversia.
Restablecido el Papado de Roma, Avignon perdió importancia como centro religioso, pero continuó perteneciendo al Vaticano hasta 1791 cuando fue incorporada a Francia durante la Revolución francesa.

Después de esta conflictiva historia, volvamos a las cosas bonitas que hay para visitar en la ciudad.
- El puente Saint Benezet es el popularmente conocido puente de Avignon, fue construido a partir del siglo XII por el pastor llamado Bénezet de Vivarais quien dice haber recibido por una orden celestial. No importa si es verdad o no, pero el capricho del pastor por unir ambas márgenes del Rhône con una estructura de 900 metros y 22 arcos significó una lucha constante contra las crecidas del río. Tras ser varias veces reconstruido, finalmente fue abandonado en el siglo XVII y hoy en día cuanta con cuatro arcos y una capilla dedicada a San Nicolás. Se puede visitar y caminar por él comprando un ticket (5 € con audio-guía incluida) o bien contemplarlo de forma gratuita desde el jardín del Rocher des Doms.
- El Rocher des Doms es la colina donde se asentó originalmente la población. Actualmente alberga el jardín de estilo inglés del Rocher des Doms, un punto perfecto para contemplar la ciudad de los papas, el puente Saint-Bénezet y el Rhône. Es el mejor lugar para sacar fotos panorámicas del puente de Avignon, el río y las murallas.

- El Palacio de los papas: simboliza el esplendor de la Iglesia en el Occidente Cristiano del siglo XIV. Está considerado el monumental residencial gótico más importante de Occidente. Su construcción comenzó en 1335 y según dicen se finalizó en menos de 20 años. En realidad, está por compuesto dos palacios: uno es el Palais Vieux, construido por orden del papa Benedicto XII sobre los restos del antiguo palacio episcopal, y el otro es el Palais Neuf, una expansión realizada por Clemente VI y sus sucesores. Cuando la sede papal volvió a Roma, el sitio se utilizó como cuartel, cárcel y polvorín; actualmente es un museo y se pueden visitar 25 salas. El ticket vale 12 € y existe una promoción que por 14,50 € podés visitar el puente de Avignon y el Palacio de los Papas. Más información en la Web Oficial.
- La basílica Notre Dame des Doms: se encuentra anexada al palacio papal y fue edificada a partir del siglo XII. A lo largo de la historia sufrió diversas reconstrucciones, pero aún conserva parte de su estilo románico. Alberga la tumba del papa Juan XXII (el primero que se instaló definitivamente en Avignon) y la enorme estatua de plomo dorado de la Virgen que corona el campanario es su símbolo característico. Se puede visitar de forma gratuita siempre que no estén celebrando la misa.

- Petit Palais (Pequeño palacio), se construyó entre 1318 y 1320 por orden del cardenal Bérenger Fredoli como residencia de cardenales y obispos durante las décadas siguientes. Durante el Cisma de Occidente fue utilizado como fortaleza lo que le provocó numerosos daños. Actualmente es uno de los museos europeos más grande de arte medieval. Exhibe una colección extravagante de pinturas italianas de fines del siglo XIII y comienzos del XVI, y una colección de esculturas románicas y góticas de Aviñón.
- Calle de la Balance, es una de las más recorridas porque este callejón adoquinado enmarcado por casas de del siglo XV conecta el puente de Avignon con la plaza de l´Horloge.
- La plaza de l´Horloge (reloj), se encuentra en el corazón de la ciudad y está enmarcada por el Ayuntamiento y el Teatro de la Ópera del siglo XIX.
Frente al puente de Saint-Bénezet se encuentra la isla de Barthelasse, la isla fluvial más grande de Europa. Se puede acceder a ella por el puente Edoudard Daladier o bien con una navegación.
En la margen opuesta del río Rhône se encuentran: la Torre Felipe el bello, construida en 1292 en lo que era la entrada al puente de Avignon. La Casa de la Moneda, ubicada en los vestigios del palacio del papa Clemente VI. La rue de la Monnaie, que es el antiguo camino que unía España e Italia. El museo de Pierre de Luxemburgo, que ocupa el antiguo palacio del cardenal Annibal de Ceccano y presenta obras de arte provenientes de monasterios que fueron cerrados durante la Revolución Francesa. La Cartuja, se trata de la casa más grande de la Orden de los Cartujos fundada en 1356 por Inocencio VI. El Fuerte de Saint André, construido en 1362 al mismo tiempo que las murallas de Avignon. La Abadía de Saint André, es una antigua abadía benedictina del siglo X en la cual resaltan sus jardines al estilo italiano.
Lo bueno de Avignong es que los atractivos principales están concentrados en el intramuros y a poca distancia, con lo cual una visita rápida resulta un recorrido completo.

LYON (FRANCIA)
Nuestra ruta continuó por la tercera ciudad más grande de Francia. Ubicada a 230 km de Avignon, distancia que aproveché para encontrar un alojamiento donde pasar la noche mientras el Parruli conducía. Llegamos justo a tiempo para, al entrar a la ciudad, poder ver la arquitectura futurista del barrio Confluence que ocupa el antiguo puerto de Lyon.
Antes de ir a nuestro hospedaje, compramos nuestras nuevas bolsas de dormir con cierres que se unen formando una gran cama matrimonial, y de paso echamos un rápido vistazo al centro de la ciudad. Una vez que entramos en nuestro alojamiento ya no salimos hasta el día siguiente como consecuencia de que el encargado no nos dió la llave de entrada del edificio para darnos y porque empezó a llover…

Atravesada por los ríos Rhône y Saone, la ciudad de Lyon se fundó en el año 43 a.c como colonia romana y en 1536 se convirtió en la capital mundial de la seda. Posee 4 barrios característicos declarados Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La mejor forma de recorrer Lyon, lógicamente, es por barrio y lo bueno es que la distancia entre estos es aceptable para pasar de uno a otra caminando.
Nuestro alojamiento estaba a unos cuantos km del centro de la ciudad, por lo que tuvimos que usar el metro para no cansarnos antes de tiempo. Pensar tomar el transporte público en este momento puede ser un tanto aterrador y muchos lo caratularían de arriesgado, pero como todavía faltaban 5 días para el confinamiento la paranoia no era tanta y sin cuidado nos apretujamos entre los estudiantes que se desplazaban como nosotros.
Para este entonces el tema del coronavirus era algo que afectaba principalmente a China y aún poco se sabía de los casos de Italia. La mayoría de los países empezaba a tomar algunas medidas aisladas, entre las cuales estaba no poner agua bendita en las iglesias. Por eso, al ingresar a la Catedral St-Jean y este cartel nos resultó tan llamativo como el interior del templo.

El primer barrio que recorrimos fue Presqu'île, delimitado por las márgenes de los ríos Rhône y Saone y considerado el corazón de Lyon. Es la zona moderna de la ciudad que reúne calles comerciales de la République y Edouard Herriot, además de los siguientes puntos de interés: 1. Bellecour, es la plaza peatonal más grande de Europa. Este inmenso rectángulo seco coronado por la estatua de Luis XIV y rodeado por edificios monumentales, alberga la oficina de turismo donde podrás conseguir un mapa gratuito que te servirá para guiarte durante tu recorrido.

2. Plaza de los Jacobinos, característica por las fachadas glamourosas de los edificios que la rodean y por la trabajada fuente de los Jacobinos realizada por Gaspard André y Degeorges que combina esculturas de cuatro artistas usando prendas típicas, con sirenas y diversos animales marinos. Mientras almorzábamos frente a la fuente fuimos testigos de cómo dos chicas le tiraban un vaso de leche en la cabeza a su compañero para un vídeo, algo que despertó la risa de más de uno.

3. Plaza de Terreaux, es uno de los lugares que más me cautivó ya que reúne gran parte del lujo de viejas épocas de Lyon. Está enmarcada por el Ayuntamiento (antiguo Hôtel de Ville), el palacio Saint-Pierre donde se encuentra el Museo de Bellas Artes, la antigua Galerie des Terreaux y varias cafeterías que se sirven del espacio abierto para colocar sus terrazas. Además, una magnífica fuente realizada por Bartholdi (autor de la Estatua de la Libertad) adorna la parte norte la plaza. Es una mujer con dos hijos niños en un carro tirado por cuatro caballos de mar, ella representa a Francia y los 4 caballos serían los principales ríos del país.

4. Opera de Lyon, destaca por la fachada neoclásica y la bóveda de metal con cuerpo de vidrio.

Después de ver el glamour de la ciudad subimos a la colina de la Croix-Rousse para visitar el vecindario de la clase trabajadora del siglo XIX. El lugar donde más de 30.000 canuts (nombre que recibían los obreros de la seda) residían y trabajaban en los talleres textiles. Por aquel entonces, Lyon se convirtió en un importante centro textil de Europa, fama que aún conserva. Los edificios de techos altos y múltiples plantas están diseñados especialmente para alojar los grandes telares. Actualmente muchos fueron transformados en casas particulares, hoteles, talleres de arte o cafeterías.

Calles empinadas, escaleras eternas, fachadas coloridas y arte por doquier. Manifestaciones artísticas no faltan por los callejones de la Croix-Rousse, encontrarse las piernas de un hombre atascado en la pared es tan normal como ver una esquina repleta de calcomanías compitiendo por ocupar el sitio más alto o cerámicas de personajes de Disney. Recorrerlo no tiene desperdicio por más que uno termine agotado de las pendientes.

Los imperdibles de este barrio son: 1. La plaza Bellevue, un buen sitio para tener una vista panorámica de la ribera izquierda del Rhône. 2. El Jardín de Chartreux, lugar para contemplar río Saona y la colina Fourvière. 3. El anfiteatro de Trois-Gaules, construido por los romanos para sus espectáculos y juegos de circos. Según dicen, también era donde cada año se reunían las 60 naciones galas para renovaron su juramento de lealtad a Roma y Augusto. 4. Los talleres de seda, la sedería Saint-Georges ofrece visitas gratuitas, en la Maison des Canuts hacen recorridos todos los días a las 11 y a las 15.30 hs, pero cobran.

Cruzamos el ancho río Saone y llegamos al barrio Vieux Lyon, es decir la zona antigua que se desarrolla entra la colina de Fourvière y el Saone. Los atributos de este sector son los callejones renacentistas de suelos adoquinados, los edificios de los siglos XV y XVI donde vivieron ricas familias de banqueros y comerciantes, los pasajes escondidos (traboules) que unen diversas calles pasando por el interior de los edificios y los patios céntricos ostentosamente adornados que revelan la riqueza de sus antiguos propietarios. Actualmente este barrio tiene mucha vida gracias a los restaurantes, bares y tiendas que ocupan las antiguas casas de los ricachones. Los imperdibles del viejo Lyon son: 1. La catedral St-Jean característica por el gran rosetón de su fachada y el reloj astronómico realizado a finales del siglo XVI. Además, fue acá se celebró el casamiento entre Henri IV y María de Médicis. La entrada es gratuita. 2. Museos de miniaturas y cine, exhibe 450 representación de objetos en miniatura realizados por Dan Ohlman. 3. Museo Gadagne, es el edificio renacentista más grande de la ciudad y alberga al museo de historia de Lyon y el único museo de la marioneta de toda Francia. 4. La plaza de la Trinité, rodeada por edificios antiguos característicos.

El único barrio que nos faltó conocer fue Fourvière, la colina donde se fundó la capital gala bajo el Imperio romano. La subida es mucho más larga y empinada que a la Croix Rousse, así que una buena opción para no cansarse tanto es tomar el funicular que cuesta 2.80 € el viaje de ida y vuelta. Entre los atractivos que hay para visitar en esta zona esta zona están: 1. Lugdunum, museo (€4) y teatros (gratis) galo romanos. Hay dos teatros uno al lado, los cuales se conocen como Odeon (el más chico) y Gran Teatro (el más grande), según leí durante una época se utilizaron como canteras con lo cual el nivel de deterioro era tal que casi desaparecen, por suerte a principios del siglo XX fueron reconstruidos y protegidos. El Gran Teatro está considerado el más antiguo de Galia Roma y uno de los más grandes con sus 108 metros de diámetro.

2. Basilica Notre-Dame de Fourvière, obra de los arquitectos Bossan y Sainte-Marie Perrin y finalizada en 1896. Por ella, se dice que Fourvière es “la colina que reza”. Lo más llamativo de este monumento religioso es la decoración del interior realizada con mármol blanco de Carrara, granito rosa del norte de Italia, mármol azul de Saboya, ónix verde, fragmentos de plata y oro, matrimonio ébano y marfil (no escatimaron en nada).

Último dato antes de pasar a otro destino, en diciembre realizan la “Fiesta de las luces” para conmemorar al 8 de diciembre de 1852, día en que todos los lioneses salieron con velas para recibir la imagen de la Virgen Santa María que fue colocada en Fourvière. Desde entonces, los locales adoptaron la tradición de encender una vela para recordar ese hecho, acto que con los años se convirtió en un evento de cuatros días durante los cuales decenas de artistas proyectan sus creaciones sobre los edificios más importantes de la ciudad.
ABADÍA DE CLUNY
Nuestro recorrido por las calles de Lyon duró bastantes horas y terminamos cansados de caminar. Sin embargo, aun así, tuvimos tiempo y ganas para visitar a la Abadía de Cluny (ubicada a 91 km) antes de concluir el día en buena compañía en el silencioso pueblo de Genouilly.

Apariencia antes de su destrucción
La Abadía de Cluny fue fundada en el año 910 por Guillermo el piadoso, duque de Aquitania. Hoy en día no es muy conocida, pero desde finales del siglo X hasta principios del XII fue considerada la mayor y más prestigiosa abadía de Europa y tuvo la iglesia más grande durante casi 400 años. Durante la Revolución Francesa los monjes fueron expulsados y el edificio de estilo románico fue comprado por comerciantes que poco a poco fueron vendiendo las piedras que conformaban sus muros hasta hacerlo casi desaparecer. Hoy en día quedan algunas partes del conjunto arquitectónico original como el brazo sur del crucero grande, el muro del recinto, sus torres, etc. Recorrer el interior de la Abadía de Cluny vale 8€ por persona.

GENOUILLY
Poco y nada hay para contar sobre este pueblo perdido en la región de Borgoña. Viejas amistades de Parruli nos llevaron a conocer este tranquilo páramo rodeado de campos verdes y suaves colinas. Nuestro día acá estuvo cargado de largas conversaciones entre amigos y paseos por la pradera con la perrita de la casa. Esta fue la última vez que estuvimos de visita en la casa de alguien, dos meses después suena como un intento de suicidio colectivo querer entrar al domicilio de otra persona, darle un beso o un abrazo y compartir una cena.

COSNE COURS SUR LOIRE
Nuestro último tramo del camino fue para llegar a Cosne Cours sur Loire, un sitio prometedor que apenas conocimos. En sueño quedaron nuestros planes de recorrer los castillos del Loire o pedalear siguiendo la línea de la costa hasta que el agotamiento diga basta. Por suerte, llegué a tomar una foto de este sitio donde pasamos dos semanas intramuros, tomando sol en el jardín y mirando por la ventana.

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