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San Felipe, ceviche todos los días

  • Foto del escritor: Nomadea
    Nomadea
  • 7 ene 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 4 dic 2020


Desde Ensenada tomamos la ruta nacional n° 3 y luego la n° 5 para llegar a nuestro primer destino de Baja California en el mar Cortés, San Felipe.

Un pueblo donde disfrutamos de la playa, el ceviche, el amanecer, la tranquilidad y la alegría de los vendedores callejeros. Recibe, principalmente, turistas jubilados de Estados Unidos y Canadá. Además, en noviembre pasa la carrera Baja 1.000 Raicing, durante esos días, hay más gente y las noches son divertidas, hay shows, músicos y gente bailando en la calle.

Nosotros fuimos en noviembre, que es invierno y hacia tanto calor como en Bs As en verano, calculo que los meses de julio y agosto el calor será más intenso. Es para meterse al mar todo el año.

La playa de San Felipe es muy tranquila y limpia, no hay mucha gente y el mar es tan calmo que parece un lago. No tiene nada que envidiarle al caribe, el agua es transparente y cálida, la arena es clara y las playas son extensas para dar largos paseos. No hay bares en medio de la playa con sombrillas ni reposeras de hoteles all inclusive invadiéndolo todo. Hay algunas carpas y sombrillas con sillas que te alquilan para pasar el día. Podés encontrar algunos vendedores ambulantes, pero no son nada cargosos con lo cual la calma está asegurada.

Las mareas son bastante pronunciadas y cuando fuimos nosotros, al medio día prácticamente no había playa y por la tarde había que caminar bastante para llegar al mar. De hecho, daban clases de kayak y el profesor empezaba en la orilla y terminaba a metros del mar usando un megáfono para que lo escuchen los alumnos que estaban en el agua.

Si tu idea es acampar, frente a la playa hay varios campings, con parcelas privadas que tienen palapa (sombrilla), agua y electricidad. A nosotros nos

pareció un poco caro para ser México, nos pidieron USD 30 por día.

En cuanto a paseos para hacer en San Felipe, no hay mucho para recomendar. Está bueno ver el atardecer desde el cerro de la virgen Guadalupe o desde el faro, la vista es linda porque está frente al mar y podés ver las montañas que están detrás del pueblo. También hay unas dunas altas de arena que están entre la calle Mar de Cortés y la ruta nacional n° 5, a veces hay gente que va con camionetas a hacer piruetas en la arena. Vale la pena madrugar para ver en amanecer, los colores que toman el cielo y las nubes sobre el mar son increíbles.

Nosotros disfrutábamos de ir a la playa del Club de Pesca que tiene un mercadito donde venden, bebidas frías y tiene un balcón a la playa con mesas y cuando sube la marea queda rodeado de agua.

No suelo recomendar lugares, pero si queres probar algo bien hecho y en un restaurante típico familiar, tenes que ir a Mariscos La Palma (calle Ensenada 21850) y pedir la torre de la Palma. Nosotros pasamos por la puerta y vimos un cartel que indicaba a ese restaurante como el ganador del 1° puesto en el “Ceviche Fest” con su plato LA TORRE DE LA PALMA. Era temprano para cenar, pero como nos dio curiosidad entramos a preguntar que era y nos contaron todo lo que llevaba: callos, pulpo, camarones, tomate, pepino, cebolla, palta, limón y diversas salsas que le dan todo el sabor. Sonaba muy tentador y decidimos volver más tarde a probarla. La torre estaba genial, era como la evolución del ceviche, con una torre comen dos personas y es barata (170 pesos mexicanos).

Si tu idea es seguir viajando hacia el sur y no compraste muchos pesos, lo ideal es cambiar en San Felipe que tienen un cambio bastante aceptable. En el resto de Baja California, el dólar lo están pagando super mal y en muchos lugares ni hay casas de cambio ya que los pueblos no son tan turísticos. En Baja California Sur si lo pagan mejor, en toda la zona de La Paz y Los Cabos, pero esto está bastante lejos todavía hay varios lugares que visitar por en el camino.


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