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Bahía de los Ángeles, nadando con el tiburón ballena

  • Foto del escritor: Nomadea
    Nomadea
  • 11 ene 2018
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 4 dic 2020


De San Felipe, nos fuimos hacia Bahía de los Ángeles. Salimos a la tardecita, pero todavía pegaba el sol y paramos en Puertecitos para refrescarnos en el mar. Según nos habían contado, había unas termas, pero no las encontramos. Igual hacía tanto calor que preferíamos meternos en agua fresquita.

Puertecitos está a 86 km al sur de San Felipe, es un pueblo de pescadores muy humilde, con poca población y super tranquilo. La playita que visitamos nos encantó, estaba frente a un complejo de cabañas abandonado, del que aprovechamos la sombra de las palapas y las mesas para comer algo. Si en San Felipe dije que el mar parecía un lago, en Puertecito tengo que decir que es una piscina. Estábamos en una bahía angosta y no había ni ondulaciones en el mar, súper quieta el agua.

Después de este descanso, seguimos por la ruta nacional n°5. Es el camino más destrozado que vi en todo el viaje. En varias ocasiones había tantos baches que era imposible esquivarlos. Si a eso le sumamos que hay un carril para cada lado y no hay banquina, termina siendo la carretera del terror. Pero como todo puede ser aún peor, hay un tramo de 20 km que tardamos 2 horas en recorrer y encima pinchamos. Imaginarás que la tardanza se debió a la rueda, pero en realidad no nos dimos cuenta del pinchazo hasta que llegamos a destino. La verdadera razón fue que era un “camino” de terracería (como llaman al camino de tierra). La buena noticia es que pronto esto va a cambiar porque están arreglando la ruta y una vez terminadas las obras (están trabajando duro) ese tramo va a desaparecer. Una vez en la ruta nacional n°1, este camino de tierra, piedra y serrucho termina y la cosa se pone un poco mejor.

Por desgracia, en Baja California las rutas están en muy mal estado. Lo recomendable es andar de día para no destrozar el auto, aunque pases calor. El punto a favor es que hay muchas llanteras (como llaman a las gomerías) en los caminos. Es muy común pinchar, nos encontramos con varias personas que, al igual que nosotros, tuvieron que arreglar la rueda. Lo que sí, el precio por el arreglo es muy variado, a nosotros nos cobraron $ 75 (USD 4) y unos conocidos pagaron USD 8.

Bueno, ahora sí toca hablar un poco de Bahía de los Ángeles que es el título de este post y todavía no conté nada.

En el pueblo no hay mucho para ver, está el museo (a media cuadra de la plaza) que es gratuito y tiene una buena colección de huesos de animales y objetos de las comunidades antiguas. También podés ir caminando hasta el faro, todo por la orilla del mar y ver muchas conchas de caracoles llamativas, las islas que están frente a la costa y los tucanes. Pero lo realmente interesante se concentra bajo el mar (como la canción de la Sirenita). Peces, rayas, lobos marinos, tortugas, delfines (según dicen) y los famosos tiburones ballena, son algunas de las cosas que se pueden ver. Obviamente, todo depende de la época en que vayas. La costa de Bahía de los Ángeles es una reserva de la Biosfera y protege a el tiburón ballena que es el pez más grande del mundo que se conoce.

Los podés ver en esta zona desde principios de junio hasta noviembre. Nosotros fuimos el 20 de noviembre y ya eran los últimos días que hacían la excursión porque cada vez se veían menos y tardaban bastante en encontrarlos. Lo mejor es ir en agosto ya que el agua es más cálida y transparente (nosotros la vimos un poco verdosa) y además es cuando más tiburones hay.

Nosotros contratamos una excursión que empezó a las 8 hs y terminó a las 13 hs (siempre se hace por la mañana) y consistía en visitar la colonia de lobos marinos (también te dejan nadar con ellos), ver algunas islas como la Isla Ventana y nadar con los tiburones ballena como broche de oro para terminar el paseo.

Cuando averiguamos, en un principio nos dijeron que costaba USD 200 la lancha para 6 personas y que el costo se dividía entre todos los que tomaban la excursión. La agencia armó el grupo y éramos 8, pero nos cobraron lo mismo que si hubiésemos sido sólo 6. El precio no incluye equipo de snorkel, traje de neopreno (no está tan fría el agua) ni chaleco salvavidas (aunque parezca raro que no sean obligatorios).

Por USD 5 más alquilas el equipo de snorkel, el resto de las cosas no lo sé porque no las pedimos. Lo de los chalecos nos tomó por sorpresa, ya que no lo habían mencionado y creíamos que iban a estar dentro del barco. Al parece es común, nos cruzamos con varias embarcaciones de otras empresas y nadie lo tenía. Así que ya sabes, si te da un poco de miedo el agua o no te sentís seguro nadando, lo mejor es llevarte algo para flotar o preguntar antes de subir al barco. El tiburón ballena parece que se mueven lento, pero en realidad es muy rápidos y si estás nadando con ellos seguramente termines alejándote de la lancha.

Lo bueno, es que la excursión es bastante flexible. Por ejemplo, todos los de nuestro barco estábamos ahí casi exclusivamente por el pez gigante y le pedimos al conductor hacer el paseo completo dedicándole más tiempo al tiburón y menos a los lobos marinos y las islas. Así que después de un rápido baño con los lobitos nos fuimos corriendo a buscar al tiburón.

Como fuimos la primera embarcación tardamos como 30 minutos hasta encontrar el primero. Hay que estar bastante atento, porque con la ansiedad y la distancia, los tucanes y lobos marinos parecen aletas de tiburón.

Una vez que estás cerca del animal es inconfundible por su tamaño, su aleta y su cuerpo gris con manchas blancas. AAAah! Que emoción estar frente al pez más grande del mundo ¿Es un tiburón o una ballena? ¡Un tiburón, salgan del agua! No… que no come humanos, estamos a salvo.

Se acercó mucho a la embarcación, tanto que se veía mejor arriba del barco que dentro del agua. Podíamos contemplarlo desde la cola hasta la punta de la cabeza, nadaba con la boca abierta para comer, entre otras cosas, fitoplancton y algas. Así estuvo un largo rato flotando a nuestro lado y disfrutando de su excursión para ver humanos en medio mar.

Nos dejaban nadar con él, sólo podíamos ser hasta 4 personas en el agua y estaba SÚPER PROHIBIDO TOCARLO.

Al principio estaba bueno, porque al estar solos el animal estaba muy tranquilo y no se iba. Cuando empezaron a llegar más barcos y lo rodearon, no le gustó y enseguida se fue lejos. No quería saber nada con la gente y no me extraña, parecía un poco acoso 3 barcos con un solo tiburón ballena y gente nadando como locos hacia él.

Es importante no molestarlos para que sigan yendo todos los años, ese es su hábitat y si se sienten amenazados pueden dejar de ir.

¿DÓNDE DORMIR GRATIS?

Un señor policía muy amablemente, después de prestarme el baño de la comisaría, nos invitó a poner nuestra carpa GRATIS en un terreno frente al mar. Nos comentó que había unas palapas con mesas que podíamos usar y que el dueño era un amigo suyo que estaba de viaje y solía dejar acampar a la gente gratis. Nos dijo que ya había mandado a otras personas y que era seguro. Fuimos y era tal cual había dicho, pusimos el auto en la sombra y nos instalamos debajo de una palapa. Pasamos allí tres noches muy a gusto y nunca vino el dueño ni nos quisieron cobrar.

Para llegar a este lugar hay que tomar la calle que va paralela al mar que está a la entrada del pueblo y que te lleva a todos los complejos hoteleros. Una vez sobre ese camino, hay que doblar en una calle de tierra que está después del cartel de Raquel & Larry´s, al final están estas palapas.

Otro lugar para acampar gratis es en la playa La Gringa, pero queda un poco más lejos. Nosotros no fuimos, pero nos dijeron que también estaba muy lindo y era tranquilo.

Lo malo de la playa de Bahía de los Ángeles es que hay muchas piedras en la orilla. Para quienes tiene un kayak o una lancha esto no es problema porque pueden ir a alguna isla que está mejor.

Al menos cuando fuimos nosotros, por la tarde se levantaba viento fuerte y tampoco se podría disfrutar mucho del mar. Por eso, recomiendo visitar Bahía de los Ángeles para ir a ver al tiburón ballena y no sólo por la playa. Siendo Baja California un destino de costa, hay mejores playas para pasar los días panza arriba en la arena y tomando sol.


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