Phnom Penh, las historias del río MeKong
- Nomadea
- 3 ago 2018
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 4 dic 2020

Phnom Penh, la ciudad capital, del tráfico loco, de las motos por doquier, de la fiesta con excesos para turistas, el escenario de la historia más cruel y el lugar donde aprendimos mucho sobre la cultura camboyana.

Lo común es dedicar 3 días a Phnom Penh, lo justo para visitar sus atractivos turísticos. Una tarde en la costanera del río Mekong, frente al Palacio Real es indispensable para conocer las costumbres y creencias de su gente.
La zona turística, tiene muchos bares, restaurantes, hospedaje de categoría y también económicos. La prostitución está a la orden del día y en la entrada de varios sitios tienen una fila de señoritas esperando a algún caballero que quiera descubrir el color de las sábanas con ellas.
Por las calles de esta curiosa ciudad encontramos peluqueros callejeros, puestos de comida con mesas rodeadas de basura (para ellos es símbolo de que allí se cómo bien), bici-taxis, estudiantes recién graduados festejando frente al Palacio Real, ratas del tamaño de gatos adultos, autos estacionados sobre las veredas que nos hacían imposible caminar, pero lo que más nos sorprendió fue todo lo que sucedió en la costa del río Mekong.

La escena empezó con vendedores ambulantes con jaulas llenas de pajaritos, una banda sonando de fondo formada por músicos a los que les faltaba algún miembro de su cuerpo (en Camboya suelen dedicarse a la música), unos chicos pescando en la orilla con un palo, creyentes rezando frente al río, algún que otro mendigo pidiendo una limosna y monjes ofreciendo sus rezos a cambio de una propina.
Después de un largo rato de observación logramos entender un poco qué era lo que estaba pasando. Los fieles van a orillas del Mekong a pedir, agradecer y dar ofrendas. Pagan 2 USD el par de pajaritos para liberarlos mientras dicen algunas palabras y acto seguido se acercan todos los mendigos a quienes ayudan con una pequeña suma de dinero. La suma de dinero es pequeña, pero la cantidad de mendigos ronda los 7 u 8 y algún que otro monje.
Las ofrendas las arrojan al río y suelen ser cocos decorados con papel dorado y algunas cosas clavadas, ropa, dinero o algún pez que haya atrapado uno de los chicos que andan con el palo aturdiendo a las anguilas.
Hay quienes dejan las ofrendas sobre la orilla para que la corriente se las lleve y quienes pagan a niños para que se metan al contaminado Mekong, naden unos 5 metros y arrojen las ofrendas.

No teníamos idea de cómo los vendedores ambulantes conseguían tantos pajaritos, pero al alejarnos un poco de la zona concurrida encontramos las trampas que colocan a orillas del Mekong. Si los pajaritos fueran esclavos podrían reclamar su libertad, porque seguramente más de un fiel ya ha pagado los 2 USD para liberarlo.
¿QUÉ VISITAR EN PHNOM PENH?
A. Palacio Real, abre a las 14 hs. Actualmente tiene una parte en construcción y su arquitectura tiene techos altos con tejas amarillas y es similar a la de los templos budistas. Nosotros no entramos, porque llegamos temprano y aún estaba cerrado.
B. El paseo costero del río Mekong, para mí fue lo mejor de Phnom Penh, no por el río sino por las cosas que suceden ahí. Esa mezcla de ofrendas, gente mendigando y la liberación de los parajitos es un espectáculo que vale la pena ver.
C. Museo Nacional, 10 usd por persona y el audio-guía 5 usd (está disponible en español). Aunque no quieras entrar al museo, vale la pena dar una vuelta para ver el edificio.
D. Wat Phnom, 1 USD por persona. Es una pagoda sobre una colina. No vale la pena pagar ya que la pagoda se ve desde afuera y la colina bajita, con lo cual las vistas de la ciudad no están muy buenas.

E. El Mercado Central, llama la atención por la arquitectura del edificio. Actualmente tiene joyerías, tiendas de ropa, de electrónica y algún que otro puesto de verduras. Calculo que tiempo atrás era más auténtico, hoy en día es más para turistas. Cualquier otro mercado barrial es mucho más representativo de las costumbres camboyanas y podrás encontrar puestos de comida callejera.
F. El Museo S-21, es la antigua escuela que los Jemeres Rojos la cual se usó como prisión y centro de torturas durante el régimen de los Jeremes. Es muy interesante para profundizar sobre la historia, pero hay que estar preparado para ver cosas muy duras. Es necesario contratar la audio-guia para entender lo que se ve.
G. Killing Fields o Choeung Ek Memorial (a 15 km de la ciudad), 5 USD por persona, horarios de 8 a 13 hs. Es el lugar donde los Jeremes Rojos llevaban a los prisioneros del S-21 para asesinarlos y allí encontraron 9000 personas en 130 fosas comunes.
¿CÓMO MOVERSE EN PHNOM PENH?
Seguramente no tardes más de 1 minuto en encontrar 10 tuk-tukeros que te ofrezcan llevarte al sitio que deseas. Phnom Penh es el sitio donde más nos acosaron los conductores, no terminábamos de salir del hotel que los teníamos tratando de llamar nuestra atención para que nos vallásemos con ellos.
Hay buses urbanos que te llevan a varias zonas de la ciudad y tiene buena frecuencia. El ticket siempre cuesta 1.500 rieles. Podés descargarte la aplicación StopsNearMe que te muestran el recorrido de cada línea, donde están las paradas y los horarios de los buses.
¿DÓNDE DORMIR?
Podés encontrar alojamientos económicos, desde 2 USD la cama en habitación compartida sobre la calle Preah And Yukanthor (St 19), es una zona muy turística y llena de bares. Tené en cuenta que es barato porque los lugares son muy sencillos y no se destacan por su limpieza. Nosotros dormimos en uno de esos hostels para olvidar.

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