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Camboya en fotos

  • Foto del escritor: Nomadea
    Nomadea
  • 10 dic 2018
  • 6 Min. de lectura

Días: 30.

Destinos visitados: 7.

Transportes usados: combis, buses, autos, motos, tuk-tuk, barcos y bicicletas.

Fotos tomadas: 275 (descontando las que borré).

Momentos: más divertidos que aburridos.

Lluvias: muchas y 2 con inundación.

Conversaciones: varias sin sentido porque que no entendíamos nada.

Algo para olvidar: los mosquitos.

Algo para recordar: la ayuda recibida y el amok.

Ahora sí, ya estás listo para mirar esta selección de fotos caseras y no profesionales que preparé con ayuda de Luri Parruli. Todas tienen arte aunque algunas cuesta descubrirlo. Las historias son casi todas reales y las truchas (o producto de la imaginación) son muy obvias.

Como de costumbre, entramos caminando a nuestro nuevo país. El calor era agobiante y la cola en migraciones larga, pero rápida. Había un mundo de casinos entre la frontera con Tailandia y el último puesto de migraciones camboyano. No necesitamos apostar para saber que corríamos con buena suerte, por lo que seguimos sin detenernos. Teníamos hambre y el primer lugar con sombra que encontramos fue la terminal de trenes en construcción. Entre medio de obreros curiosos y nenes corriendo sacamos la cocina, la cacerola y la sartén para complacer a nuestra tripa antes de seguir con nuestro camino.

Bienvenidos al Reino de Camboya, los casinos los están esperando - Poi Pet.

El Sr. Buda pide encarecidamente tener un altar en el árbol, porque de chico siempre quiso una casita del árbol - Poi Pet.

Siem Reap fue el pueblo que nos dio la bienvenida al mundo camboyano, acá aprendimos a decir nuestras primeras palabras en khmer y comimos el amok que siempre menciono. Cuando pienso en esta aldea, lo primero que me se ocurre decir es que nada tiene que ver con Camboya, pero no es del todo cierto. En cuenta a la arquitectura, si mirás los mega hoteles y los super restaurantes, no tiene nada que ver con el resto del país, pero a su vez es una imagen del futuro cercano de los lugares que están creciendo turísticamente por inversiones extranjeras (principalmente de China). En las calles principales encontrás vendedores y tuk-tukeros que por medio de la insistencia, la simpatía y el regateo tratan de cerrar alguna venta y eso es parte de su cultura (aunque acá está elevada al cuadrado). En los mercados ofrecen platos típicos camboyanos. Señoritas con hombres mayores extranjeros caminando de la mano lo vimos en toda Camboya y Siem Reap no fue la excepción.

Siguiendo los pasos de los elefantes que pisan fuerte y crean los senderos - Ruinas de Angkor.

Me parece que no va a entrar en la pecera de casa. - Siem Reap.

- ¡Es un avión!

. ¡Es Batman!

- No, es un murciélago de la fruta

Siem Reap.

Señoritas a disposición de los billetes - Siem Reap.

Si se te aparece la mona tuerta en un templo en ruinas, tendrás 200 años de buena suerte - Ruinas de Angkor.

- ¡Llévese a casa la grabación de su bendición en el templo de Angkor por solo 2USD! Aproveche esta oportunidad 2x1 en bendición y grabación.

Templos en altura -Ruinas de Angkor.

Alguien se sacó sus patas para entrar al templo y al irse se olvidó. Avísenle que siguen en el mismo lugar. - Ruinas Angkor.

La sra. felicidad de vacaciones por Camboya - Ruinas de Angkor.

Planté unos arbolitos nuevos, espero que a los vecinos les gusten - Ruinas Angkor.

Pescado secado al sol y bañado en polvo - En el camino

Después de la parada técnica en el puesto de pescado, llegamos a Phnom Penh, la capital. Durante la época de los Khmeres Rojos hubo zonas de la ciudad que fueron arrasadas porque consideraban un desperdicio de tiempo que la gente viviese en zonas urbanas. Hoy en día en un mismo barrio te encontrás con construcciones en avanzado estado de deterioro y otras super modernas. Hay muchísimo contraste dentro de la ciudad y también mucho lujo.

Como en cada lugar asiático donde los atractivos quedan "lejos", hay tuk-tuks. Da la sensación de que en Phnom Penh se hayan juntado los más rompe huevos. Los turistas están cansados de los conductores de tuk-tuk y para evitar que les ofrezcan un paseíto a cada paso que dan, se compran remeras con la leyenda "TODAY NO TUK-TUK".

Navegando por las calles inundadas de Phnom Penh mientras recuerdo las tormentas de noviembre en Bs. As.

Barrera de autos que impiden el transito de peatones por las veredas de Phnom Penh.

¿Cansado de rayar el auto con sus largas uñas al abrir la puerta? Pruebe este método de protección, ideal para su lujoso auto!! - Phnom Penh

Si el calor te agobia y no encontrás un árbol, podés refugiarte a la sombra de los cables que nunca fallan.

Pintó siestita en la esquina - Phnom Penh

Sala de espera al aire libre en el hospital pediátrico - Phnom Penh

Lujos en la capital - Phnom Penh.

Reproducción a escala del arco de triunfo. Arte en la rotonda. - Phnom Penh.

Bendición express en las calles de Phnom Penh.

Ofrendas o basura en el Mekong - Phnom Penh.

¡¡Parece que hoy me van a soltar!! Nos vemos acá en un par de horas, porque voy a volver a caer en la trampa. - Phnom Penh.

Antes de cruzar a la Isla de Kho Rong, pasamos un día en Sihanoukville. VIsitamos 3 playitas, el mercado y la calle de los bares/restaurantes. Sin embargo, lo que nos cautivó fue la rotonda principal que nos demostró que en esta zona no vieron muchos leones.

León jugando con (o comiendo) una pelotita mientras su novia contempla la puesta de sol en el mar. - Sihanoukville.

Desembarcamos en Kho Rong y llegó el momento del reencuentro, después de 3 años volvíamos a abrazar a nuestro querido boricua. Y como si el tiempo no hubiese pasado, retomamos nuestra amistad que seguía intacta desde el último día que estuvimos juntos en Hawaii. Fue como una especie de sueño hecho realidad, ser recibidos por un gran amigo de la vida en una isla paradisíaca.

Los galanes del barrio paseando en su descapotable - Kho Rong.

Adios señorita - Kho Rong.

Sus padres apuestan en las peleas de gallos y ellos a ver quién posiciona mejor la ojota al lanzarla con el pie.

Diversión asegurada para grandes y chicos.- Kho Rong.

Camboya en vena - Kho Rong.

Dejé la cama atada para que no me la lleve el mar... - Kho Rong.

Concierto privado del gran artista boricua, recién llegado a Kho Rong.

Confiá siempre en la Homeless Barbye - Kho Rong.

Nueva vida, un futuro árbol de cajú - Kho Rong.

Arena de las playas de Kho Rong desde el microscopio. Queda confirmado que es blanca.

Esta noche tiramos la casa por la ventana, aunque sólo tenga una puerta... - Kho Rong

Cuando pensábamos que moriríamos de calor, nos dijeron que en Kampot las temperaturas eran más suaves. Hacia allá fuimos y mientras buscábamos el camping nos cruzamos con dos jubilados extranjeros que nos invitaron a pasar unos días en su casa. Por la noche hicieron una especie de fiesta de bienvenida para que conozcamos a sus amigos quienes eran europeos, en su gran mayoría. Al día siguiente fuimos a pasear por el centro y conversamos con más forasteros que vendían comida típica de sus países. Así fue como descubrimos que Kampot es el lugar favorito de los extranjeros que están en la búsqueda de una nueva vida. Cobran la jubilación europea y viven de lujo en Camboya.

¡¿Dónde dejé mi moto?! - Kampot.

Nafta a domicilio - Kampot

Como no teníamos intenciones de echar raíces, nos fuimos de Kampot y continuamos por la vecina aldea de Kep. Allí de lo que más se habla es del cangrejo ya que es una de las principales fuentes de ingresos de los locales. Es tan importante es este animal que pusieron un cangrejo gigante en el mar que te da la bienvenida a Kep. Acá también hay varios extranjeros viviendo, pero la cosa afloja un poco.

Sr. me parece que la cabeza se le fue a la entrepierna. - Kep

Mercadito - Kep

Encontramos la famosa Cobra Rey!! - Kep.

Jardinería de fantasía - Kep.

Nuestra última parada fue en Bavet, el paso fronterizo que escogimos al tramitar la visa electrónica de Vietnam. Tomamos 1 bus y 2 combis para llegar a este lugar que nos despidió de la mejor manera. Una gran tormenta comenzó a los 5 minutos de haber puesto el pie en Bavet y nos obligó a refugiarnos en el primer lugar que encontramos (la puerta de una cafetería cerrada). Todo tenía muy mala pinta, cuando el café abrió y nos invitaron a pasar. Estuvimos todo el día en ese acogedor lugar, charlamos con las camareras, los vecinos, con todo aquel que pasaba por ahí y cuando se hizo de noche nos invitaron a dormir en el hotel. Literalmente INVITAR. Así pasamos de estar como perritos mojados bajo la lluvia a una habitación de hotel con 2 camas grandes.

¡Como pipas! - Bavet

Ellos fueron los protagonistas de la historia del rescate en Bavet. Gente buena hay en todos lados y en Camboya hay mucha.

Gracias Camboya!!


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